lunes, 16 de octubre de 2017

Cuba, Venezuela y el síndrome de la gallina de Stalin


Siempre me he preguntado por qué las dictaduras de derecha caen más fácilmente que las dictaduras comunistas. A la excepción de las dictaduras en Europa del este que cayeron por un conjunto de factores convergentes: un movimiento social (Solidaridad) sostenido por un Papa polaco, una catástrofe nuclear (Chernóbil) que debilitó el poder soviético con un ejército bajo la amenaza de una “guerra de las galaxias” (el famoso “bluff” de Reaga.), etc. Sin contar con una Unión Europea en plena expansión económica y deseosa de extender sus fronteras.

¿Por qué Cuba, Venezuela, Corea del Norte y en cierto modo China pueden mantenerse en pie ondeando la bandera del comunismo?  A mi entender la única explicación posible está en lo que yo llamaría el “Síndrome de la gallina de Stalin”, basado en una anécdota contada por Nikita Kruschev en sus memorias.

Durante una de esas reuniones que Stalin organizaba de vez en cuando con sus más fieles en una de sus dachas –nos cuenta Kruschev- entró una gallina que inmediatamente subió a las rodillas del dictador, aparentemente con la familiaridad de un gato o un perrito.  Stalin continuó a hablando y a dictando sus ideas sobre cómo habría que hacer la revolución y cuáles deberían ser los argumentos para educar al pueblo y mantenerlo bajo las directivas del Partido.

Mientras hablaba, la gallinita se acurrucaba en las rodillas de Stalin, sentado junto a la chimenea. De momento, el dictador empezó a arrancarle las plumas al pobre animal que comenzó a sentir el frio.  Y mientras más plumas le arrancaba a la pobre gallina más se acurrucaba el animal en el seno cálido de su dueño.  Y continuando su charla sobre la revolución y la dictadura comunista concluyó: “ya ven camaradas como hay que tratar al pueblo, como a esta gallina que mientras más plumas le arranquen mas se apegara al Partido y al poder soviético”.

Así sucede con las dictaduras. Las dictaduras de derecha asesinan toda oposición y le impiden la libertad política y de expresión (unas más crueles que las otras) pero permiten sin embargo la libertad económica indispensable a la supervivencia del pueblo.  Franco gobernó con mano de hierro durante tres décadas y asesino a miles de opositores, pero dejó a España con infraestructura y una economía sólida; la dictadura de Ben Ali en Túnez fue cruel pero el pueblo tenia para comer, Pinochet fue un dictador y asesinó miles de inocentes pero hoy en día Chile es no solo una gran democracia sino una gran economía.

Todos esos dictadores de derecha merecían el castigo de sus pueblos y liberarse de ellos fue una gran victoria para la democracia. Y ¿qué sucede con las dictaduras comunistas que no solo asesinan a su oposición y oprimen a su pueblo?: la dinastía de los Castro, la dinastía de los Kim-Jung y la de los Maduro  Como las dictaduras de derecha estos dictadores asesinan a sus pueblos y reprimen toda libertad pero además se comportan como Stalin con su gallina: les van arrancando las plumas poco a poco y los van empobreciendo cada vez más... 

¿Hasta cuándo van a dejarse desplumar esos pueblos?

Francisco Condis y Troyano. Profesor Emérito de Economía (Universidad Católica de Lovaina Bélgica).  Ex Consejero del Ministerio de Industria en Polonia. Miembro del Comité Ejecutivo del CID
Representante del CID ante la Unión Europea.  

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