Sin causa alguna como si yo fuese una vulgar delincuente

Sin causa alguna como si yo fuese una vulgar delincuente

Francisca Marlenis Cedeño Toledo, dirigente del CID en Holguín

Holguín 7 de Junio del 2017 

A: Primer sustituto jefe Aduana Aeropuerto Internacional José Martí, Fernando Verdecia Olazábal,  cita en Aduana Aeropuerto Internacional José Martí, ubicada en Avenida Van Troi y Final s-n Boyeros La Habana.

De: Francisca Marlenis Cedeño Toledo, con número de identidad permanente 62060808773  y residencia en: Calle Constitución # 32 entre Edy Chivas y Clodomira, Reparto Santiesteban, Municipio Holguín, Provincia Holguín,  y  con número de pasaporte J214189.

Por medio del presente escrito, amparada en el artículo 63 de la Constitución de la República y que en virtud de la resolución No. 19 de 20 de marzo del 2008 del jefe de la Aduana General de la República, donde faculta a los jefes de aduanas para la toma de decisiones.

Presento queja de reclamación por la arbitrariedad y violación a mis derechos como ciudadana cubana, en la prohibición y la negativa a no permitirme realizar viaje al extranjero (Argentina, Buenos Aires) con el fin de recibir curso de preparación para mi mejoramiento académico.

El miércoles 26 de abril del presente año encontrándome en la calle 36  entre 7ma y 5ta Playa, Ciudad Habana, frente a la embajada de Argentina esperando recoger mi pasaporte ya visado y teniendo fecha de vuelo para el día 29 del mismo mes, fui detenida por agentes de la seguridad del estado y arbitrariamente llevada a la prisión El Vivac en Boyero, donde se me informó que era porque yo tenía una restricción de no poder viajar a ningún país extranjero, dictada por la Aduana General de la República.

Allí permanecí detenida hasta el día 28 hasta que me deportaron para Holguín, estando tres días más detenida hasta el día 2 de Mayo, sin causa alguna como si yo fuese una vulgar delincuente. Al liberarme no se me dio ningún tipo de explicación del porqué de esta injusticia.

Quiero que me respondan que si la aduana es una oficina pública gubernamental, aparte de ser una constitución fiscal, situada en puntos estratégicos, por lo general en costas, fronteras o terminales internacionales de transporte de mercancía o personas como aeropuertos o terminales ferroviales, siendo esta oficina la encargada del control de operaciones de comercio exterior, con el objetivo de registrar el tráfico internacional de mercancías que se importan y exportan desde un país en concreto, y cobrar los impuestos que establezcan las aduanas, se podría afirmar que las aduanas fueron creadas para recaudar dicho tributo y por otro lado regular mercancías cuya naturaleza pudiera afectar la producción nacional, la salud pública, la paz o la seguridad de una nación, y si este era mi primer viaje al exterior, cuales son los motivos o causales que les hace a ustedes prohibirme la salida.

Pero además las misiones que desarrollan los mecanismos de control aduaneros son los siguientes: 

• Fiscal: Mediante la aplicación y vigilancia del cumplimiento de determinados derechos de importación/exportación (aranceles) a la introducción o salida de las mercancías.

• Seguridad: Intimamente ligada con la anterior evita el fraude aduanero y lucha contra el contrabando (ya sea de drogas, armas, patrimonio histórico, etc.)

• Salud pública: Controla la entrada de animales, alimentos, residuos tóxicos, etc. que podrían suponer un peligro para la salud pública de los civiles.

• Estadística: Elaboran estadísticas de comercio exterior.

Y si yo no he pisado ni siquiera el aeropuerto, no he cometido ninguno de estos delitos, no he violado ninguno de las normativas antes expuestas.

 ¿Por qué  la restricción de viajes de parte de su organismo?  

 ¿Por qué la detención y deportación arbitraria? 

 ¿Por qué la presencia y manipulación de la seguridad del estado?

En el pleno uso de mis facultades mentales quedo en espera de su respuesta en el término dispuesto por la ley de 60 días, antes de realizar reclamación a la instancia superior de la   Aduana General De la República.

 Sin más,  Francisca Marlene Cedeño Toledo.

Por Zuleidys Pérez Velásquez, presidente nacional del CID y Defensora del Pueblo.

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