Aunque se roben las elecciones mañana gana la oposición en Venezuela

Aunque se roben las elecciones mañana gana la oposición en Venezuela

 

 María Corina Machado y Karel Becerra

Por Karel Becerra

Vicesecretario de Relaciones Internacionales para América Latina de Cuba Independiente y Democrática (CID).

Mañana hay elecciones en Venezuela pero no son elecciones democráticas.  No es Enrique Capriles contra otro candidato, es Capriles contra dos dictaduras, la de Cuba y la de Venezuela. Capriles triunfaría si hubiera tenido igualdad de exposición en la presa, la radio, la televisión y sin contara con similares  recursos económicos. Capriles tendría posibilidades con unas fuerzas armadas, un poder judicial y un organismo electoral independientes.  Esta no es la situación. 

Si yo fuera venezolano en lugar de cubano, iría a votar porque hay que demostrarle a los chavistas y al mundo que los demócratas no entregarán  a Venezuela ni mañana ni nunca.  Por eso la cúpula castrochavista tiene miedo.  Ellos saben que cada día tienen y tendrán menos gente.

Pase lo que pase mañana, Enrique Capriles y la oposición democrática habrán ganado la admiración de cada demócrata de este planeta.  Hasta un porcentaje de chavistas lo entiende y lo sabe, esto es muy importante.  En política el fracaso del ayer fue en muchos casos  el preludio del triunfo del mañana.  En las elecciones pasadas el triunfo mayor de aquella elección fue el logró de la unidad de la oposición. 

Chávez triunfó y al final perdió.  Muerto o prácticamente sin vida salió de Cuba dejando en evidencia que era un títere del castrismo al que ha sostenido en el poder mandándole el petróleo de los venezolanos. 

Ahora Nicolás Maduro ocupa su lugar.  No importa que él no sea Chávez o que hable con pajaritos.  Maduro está dirigido por la dictadura castrista y tiene el apoyo de quienes se han enriquecido bajo el chavismo; no se van a dejar quitar el poder fácilmente.  Pero será un triunfo pasajero porque el chavismo cada día tiene más problemas y menos gente.

A muchos sorprende por qué todavía hay tantos chavistas.  Es que están bajo los efectos de una droga política que se llama populismo, la padecen millones de  latinoamericanos y por años les ha sido suministrada por intelectuales, periodistas y demagogos.  Plinio Apuleyo Mendoza cita a la a española  Edurne Uriarte definiendo el problema:

“La izquierda ha dominado el debate de ideas en las últimas décadas. Sobre todo, porque ha ganado la batalla de la imagen, y eso ha ocurrido en la mayor parte de los países occidentales. Las ideas de la izquierda han tenido mejor imagen que las ideas de la derecha. La siguen teniendo…”

Los chavistas tocarán fondo y cuando esto suceda la oposición unida estará preparada para tomar las riendas y salvar a Venezuela.  Por eso mañana hay que ir a votar, es el camino al triunfo futuro y definitivo de la razón contra el descaro y la barbarie en Venezuela.

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