No dejaron que el pueblo me eligiera candidato porque tienen miedo
Holguín 17 de septiembre de 2017
Siendo las 9 am del domingo 17 de septiembre, yo, Pedro Pablo Celestrίn Reina, me dispuse a participar en las llamadas elecciones a candidatos a delegados de la circunscripción número 55, a la cual pertenezco. Llegué allí con el objetivo de conversar con las personas y comencé diciéndoles que antes de todo debíamos elegir bien a nuestros candidatos, que estos debían ser personas que pensaran en los intereses del pueblo y no alguien manipulado que solo defendiera los intereses del gobierno dictador y del estado cubano que por más de 50 años nos ha oprimido.
Muchas personas de mi comunidad me apoyaron, ya que me conocen y simpatizan con mi trabajo y desempeño en el proyecto de la Defensoría del Pueblo. Ellos alegaron que yo debía ser nominado a candidato para que los defendiera pero unos miembros del Partido Comunista allí presentes se opusieron y dijeron que eso no era así, que a los candidatos los elegían ellos y los representantes del gobierno en cada municipio y que estos ya estaban elegidos y seleccionados con anterioridad.
En ese momento se originó una polémica entre las personas que me apoyaban y la minoría comunista que no iban a permitir que yo saliera electo; yo me dirigí nuevamente al pueblo y les dije que contaran con mi apoyo, fuera o no elegido candidato en esas elecciones manipuladas, que yo seguiría defendiendo sus derechos. El grupito minoritario se impuso y quienes me apoyaron se retiraron muy descontentos.
Como miembro del CID participé en esta actividad porque, donde se pueda, hay que ganarle espacios al régimen. Si no se alcanza la postulación también ganamos porque la gente vio que no se le debe tener miedo a la dictadura, que no somos terroristas y que hay que enfrentarse.
Después de salir de la reunión, aproximadamente a las 10 y 30 am, me encontraba cerca de mi comunidad cuando sorpresivamente un Lada color rojo me detuvo a una orilla de la calle, de él salieron tres agentes de la inseguridad del estado, entre ellos el esbirro conocido como el mayor Espinosa. Me amenazaron y con tal brutalidad me agarraron para meterme a la fuerza en el carro que me golpearon en la cabeza con el cintillo del Lada. Los esbirros al ver que yo sangraba, me soltaron y asustados se fueron.
Me fui para mi vivienda donde me atendió mi esposa que es doctora, al limpiarme vio que solo era una pequeña cortada en el cuero cabelludo y me comentó que los golpes en la cabeza podían resultar en serias complicaciones, pero que gracias a Dios en mi caso no las tenía.
Cada día nos podemos percatar lo desesperados que están los lacayos del gobierno, que sin medir consecuencias, golpean y amenazan a quienes luchan por los derechos del pueblo cubano. Ahora más que nunca temen al pueblo.
A mí no me intimida nadie y para nosotros: La lucha continúa.
Por la Defensoría del Pueblo: Pedro Pablo Celestrín Reina, dirigente de la delegación del CID en Holguín.
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