ZULEYDI LIZBETH: “lo lamento por Martí y Maceo…pero el Ché fue un gran asesino”
Por Ricardo Medina Salabarria, miembro del Comité Ejecutivo Nacional
En la tarde del miércoles día 9 de mayo recibí un SMS de Alexander Lam Arredondo, delegado del CID en Holguín en el que me decía: “Las Damas de Blanco y activistas del CID Zuleydi Lizbeth Pérez Velázquez e Isabel Peña Torres salieron desde el martes y desconocemos su paradero, si sabes algo déjame saber estamos preocupados”.
Traté de comunicarme con la sede del Movimiento Damas de Blanco Laura Pollán para saber si estas hermanas habían podido llegar y fue imposible; informé a Laura Mª Labrada Pollán, Secretaria del Comité Ejecutivo Nacional del CID. Ella trató de comunicarse y no recibió respuesta.
El viernes en la noche pude comunicar con Zuleydi y me contó:
Salí de mi casa junto a Isabel Peña, rumbo a la capital el lunes en la noche porque teníamos reservación para el ómnibus de las 10:50 pm Holguín–Habana, pero la terminal de ómnibus estaba totalmente tomada por la policía y efectivos de la inseguridad del estado; regresamos-sigue contando Lizbeth-y salimos a las 4:00 am del martes para Las Tunas y fuimos detenidas allí al filo de las 8:30 am en La Caldosa, lugar de mucha afluencia de transporte desde donde intentábamos salir rumbo a la capital.
De La Caldosa, fuimos trasladadas a la 3ra Unidad de la PNR de Las Tunas y a las 2:00 pm ordenaron nuestro traslado a Buenaventura, un municipio de la provincia Holguín; allí tuve un fuerte altercado con el Oficial de Guardia Superior Diosdado Velázquez, quien me trató de intimidar junto a tres oficiales de la inseguridad del estado, que mostraron ser más inseguros declarando que se llamaban Martí, Ché y Maceo, cuando les pedí que se identificaran.
Traté de comunicarme con la sede del Movimiento Damas de Blanco Laura Pollán para saber si estas hermanas habían podido llegar y fue imposible; informé a Laura Mª Labrada Pollán, Secretaria del Comité Ejecutivo Nacional del CID. Ella trató de comunicarse y no recibió respuesta.
El viernes en la noche pude comunicar con Zuleydi y me contó:
Salí de mi casa junto a Isabel Peña, rumbo a la capital el lunes en la noche porque teníamos reservación para el ómnibus de las 10:50 pm Holguín–Habana, pero la terminal de ómnibus estaba totalmente tomada por la policía y efectivos de la inseguridad del estado; regresamos-sigue contando Lizbeth-y salimos a las 4:00 am del martes para Las Tunas y fuimos detenidas allí al filo de las 8:30 am en La Caldosa, lugar de mucha afluencia de transporte desde donde intentábamos salir rumbo a la capital.
De La Caldosa, fuimos trasladadas a la 3ra Unidad de la PNR de Las Tunas y a las 2:00 pm ordenaron nuestro traslado a Buenaventura, un municipio de la provincia Holguín; allí tuve un fuerte altercado con el Oficial de Guardia Superior Diosdado Velázquez, quien me trató de intimidar junto a tres oficiales de la inseguridad del estado, que mostraron ser más inseguros declarando que se llamaban Martí, Ché y Maceo, cuando les pedí que se identificaran.
Sentí tanta soberbia, me dice Lizbeth, que respondí con energía, "lo lamento por Martí y Maceo que son verdaderos mártires de la patria, pero el Ché fue un gran asesino".
El miércoles a las 11:00 am se personó ante mí el Teniente Coronel Carballosa Jefe del MININT, quien nos liberó bajo palabra de que No viajaríamos. “Quien te dijo que voy a cumplir mi palabra contigo si ustedes mantienen por más de 50 años a un pueblo entero engañado”, dijo para sí Lizbeth, comenzando un supuesto viaje de regreso a Holguín.
Nos montamos en una rastra y llegamos todas apolismadas a la Habana y pudimos llegar y entrar a la sede de las Damas de Blanco a las 5:30 am del jueves; allí permanecimos sitiadas, el transito desviado y sin que
pudiera entrar más ninguna mujer.
A las 2:30 de la tarde del sábado comenzó un acto de repudio en contra de las Damas de Blanco que compartíamos el Té Literario por el Día de las Madres. El domingo salimos para la iglesia con nuestros móviles apagados por si éramos detenidas, pensábamos en todo momento que no permitirían la marcha por la 5ta Avenida del reparto Miramar, con custodia policial
visible pero marchamos.
Ya cuando Lizbeth se disponía a abandonar La Habana para regresar a Holguín, me comunicaba vía telefónica y me decía con orgullo:
El miércoles a las 11:00 am se personó ante mí el Teniente Coronel Carballosa Jefe del MININT, quien nos liberó bajo palabra de que No viajaríamos. “Quien te dijo que voy a cumplir mi palabra contigo si ustedes mantienen por más de 50 años a un pueblo entero engañado”, dijo para sí Lizbeth, comenzando un supuesto viaje de regreso a Holguín.
Nos montamos en una rastra y llegamos todas apolismadas a la Habana y pudimos llegar y entrar a la sede de las Damas de Blanco a las 5:30 am del jueves; allí permanecimos sitiadas, el transito desviado y sin que
pudiera entrar más ninguna mujer.
A las 2:30 de la tarde del sábado comenzó un acto de repudio en contra de las Damas de Blanco que compartíamos el Té Literario por el Día de las Madres. El domingo salimos para la iglesia con nuestros móviles apagados por si éramos detenidas, pensábamos en todo momento que no permitirían la marcha por la 5ta Avenida del reparto Miramar, con custodia policial
visible pero marchamos.
Ya cuando Lizbeth se disponía a abandonar La Habana para regresar a Holguín, me comunicaba vía telefónica y me decía con orgullo:
¡Reprimidas pero Marchamos!
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