¿Por qué los presidentes fueron a La Habana?
La semana pasada fuimos testigos de uno de los acontecimientos más bochornosos de la historia política latinoamericana, la reunión de la organización conocida como la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, Celac, de la que forman parten todos los gobiernos de la región.
Aunque el despliegue de hipocresía en el encuentro de la Celac nos impactó, en realidad no debía haber sido así. La Celac fue una organización creada por Hugo Chávez y Fidel Castro con el fin de atacar a todo el que se opusiera a sus planes de control en el continente. La Celac se creó para mantener una ofensiva política continua contra los Estados Unidos y amenazar a cualquier país latinoamericano que intentara oponerse a los propósitos hegemónicos del castrochavismo en Latinoamérica.
La Celac es un aparato de propaganda de dos dictaduras, la de Cuba y la de Venezuela, que están usando a los gobiernos democrático de la región porque sin ellos la Celac sería una pequeña organización de demagogos y dictadores. Venezuela paga las cuentas de la Celac y los octogenarios castristas la dirigen.
¿Cómo ha logrado la Celac atrapar a los presidentes demócratas de Latinoamérica?
Primero: Venezuela tiene una capacidad de compra muy grande, no es fácil para los políticos del área negarle su respaldo a esa organización. Hay países que le venden miles de millones de dólares en productos a Venezuela y su políticos no van a molestar a tan influyente comprador. Brasil por ejemplo es uno de ellos, Colombia no se queda atrás.
Segundo: Los dólares venezolanos compran influencias, estos se usan para financiar campañas políticas a partidos políticos amigos y para neutralizar a posibles adversarios.
Tercero: Los dólares venezolanos se pueden usar para socavar políticamente a quienes se arriesguen a traspasar los límites impuestos por el castrochavismo.
Veamos el caso de Panamá, cuyo presidente se negó a participar en la cumbre de la Celac en Cuba, en protesta por lo que consideró una violación de la soberanía panameña de parte del gobierno de Cuba cuando descubrió un contrabando de armas no declaradas que iban a cruzar el Canal de Panamá hacia a Corea del Norte. Desde que fue descubierto ese contrabando hasta el día de hoy no ha habido ningún gobierno latinoamericano que haya respaldado a Panamá en forma enérgica y solidaria. Ningún quiere buscarse problemas con el eje castrochavista.
La prensa internacional forma parte de este contubernio, durante la semana en que la Celac fue centro de noticias en los medios latinoamericanos no hubo una entrevista al presidente de Panamá sobre su reclamo a Cuba y en especial sobre su razón para no ir a la cumbre de la Celac en La Habana. Cualquiera pensaría que la rebeldía panameña sería destacada, por el contrario, fue ignorada. Panamá ha quedado prácticamente aislada como castigo por atreverse a ofender a la dictadura castrista.
Pero esto no es lo peor, el presidente panameño debe saber que los servicios de inteligencia cubano, venezolano y posiblemente de otra nación latinoamericana, deben estar buscando cualquier información que les pueda servir para filtrarla a la prensa y provocarle un escándalo.
Cuarto: En Latinoamérica hay un porcentaje de la población que es antinorteamericano, no es la mayoría pero es un porcentaje al que los políticos temen. El castrochavismo tiene forma de influenciar en ese sector y el presidente que desafié a la Celac o a su patrocinadores, que es la misma cosa, puede enfrentar problemas internos.
Quinto: A los presidentes latinoamericanos les interesa mucho parecer independientes de los Estados Unidos. Esta es otra poderosa razón para haber ingresado en la Celac y también para respaldar sus argumentos demagógicos.
Por eso no tienen ningún problema en pedir que los Estados Unidos levante lo que la Celac llama el bloqueo económico de Cuba sin pedir que se respeten los derechos humanos en la isla. El asunto no es de lógica, ni de mucho menos de principios, es una cuestión de oportunismo. Para los gobiernos democraticos representado en la Celac lo importante no son los derechos humanos, ni la democracia en Cuba, ni para ellos es ninguna prioridad si la democracia en Venezuela sobrevive o se pierde.
Lo importante es cómo pueden ellos beneficiarse económica o políticamente de su membrecía en esa organización y como pueden evitar ser blanco de la ira, las maniobras o el chantaje castrochavista. Por eso insisten tanto en la diversidad política, es decir, el gobierno que escoja el camino dictatorial que lo haga y el que se decida por la democracia también.
Esta son realidades un tanto difíciles de aceptar, pero es mejor entenderlas y asimilarlas porque lo que nos interesa a nosotros es comprende los factores que están en juego para tomar acciones que tengan sentido.
La reunión de la Celac en La Habana ha sido un ridículo y no un triunfo para el castrochavismo, el tiempo no dará la razón. Nosotros en lugar de lamentarnos debemos aprovechar la oportunidad de convertir en victoria este cacareado triunfo del castrismo.
Para finalizar, además de felicitar al presidente de Panamá por su desición de no asistir a la reunión en La Habana, tenemos que hacer otra honorable excepción, la del presidente Sebastián Piñera de Chile que no tuvo miedo en decir lo que pensaba cuando habló en la Celac sobre los derechos humanos mientras miraba hacia el lado en que estaban los representantes de la dictadura castrista, y le sobró dignidad para recibir, escuchar y conversar con Berta Soler, la dirigente de las Damas de Blanco.
Los que se acobardaron, los que se plegaron, los que callaron, han escrito una página vergonzosa en sus propias biografías.
Por Huber Matos Garsault
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3 comments:
Mas claro, ni el agua del manantial. Queda demostrado que la dictadura de los asesinos de Biran sigue en pie, por la sumisión del mismo pueblo cubano y la complicidad de los gobernantes cobardes de la región, quienes ignorando los abusos de la dictadura castrista, miran para otro lado ante la desgracia de los cubanos. Estos presidentes que se han rasgado las gargantas condenando dictadura pasadas en sus países, se abrazan y besan con la dictadura mas asesina y larga de la historia de América. Hipócritas. El que calla, otorga.
4 de febrero de 2014, 9:38Todos los disidentes y opositores del régimen castrista,felicitamos al presidente de panamá por su ausencia en dicha reunión de hipocritas...todos los activista del partido "CUBA INDEPENDIENTE Y DEMOCRATICA JUNTO A NUESTRO LIDER HUBER MATOS LE ENVIAMOS NUESTRO MAS SINCERO RESPETO."ABAJO LA DICTADURA CASTRISTA.....
4 de febrero de 2014, 13:24Porque todavia el comunismo esta sin juzgar y sin condenar.
4 de febrero de 2014, 19:33Publicar un comentario