Huber Matos: “Quien pierde su fe no puede perder más”
Los cubanos llevamos más de medio siglo luchando contra una dictadura y eso debe ser razón de orgullo no de vergüenza. Nosotros no nos hemos dado por vencido nunca, año tras año, generación tras generación muchos cubanos valientes se han negado a capitular. Quien diga que no hemos hecho nada está equivocado, hemos hecho mucho y se sigue haciendo.
Y todo lo que se ha hecho se ha hecho contra un régimen que ha tenido el apoyo de una buena parte del mundo libre. Los cubanos hemos luchado contra una dictadura y contra el imperio soviético que la respaldó hasta su final en 1989. También, hemos luchado contra la indiferencia de gobiernos democráticos, contra su indiferencia y en muchos casos contra su complicidad.
Hemos resistido por décadas contra la desinformación de la mayoría de los periódicos y periodistas del mundo democrático que han apoyado o disculpado al castrismo. Y a pesar de esa lucha contra una buena parte del mundo, no nos hemos dejado vencer. No es cierto que no hemos logrado nada, hemos logrado mucho. Todo el sacrificio de una generación ha hecho que la que le sigue, o por lo menos una parte de la que le sigue tome la bandera y siga defendiendo la libertad, el respeto a los derechos humanos y la democracia.
El que diga que no hemos logrado nada está desconociendo que ha sido la resistencia de miles y el sacrificio de miles la que ha mantenido la antorcha de la libertad alumbrando el camino y el futuro.
Y todo lo que se ha hecho se ha hecho contra un régimen que ha tenido el apoyo de una buena parte del mundo libre. Los cubanos hemos luchado contra una dictadura y contra el imperio soviético que la respaldó hasta su final en 1989. También, hemos luchado contra la indiferencia de gobiernos democráticos, contra su indiferencia y en muchos casos contra su complicidad.
Hemos resistido por décadas contra la desinformación de la mayoría de los periódicos y periodistas del mundo democrático que han apoyado o disculpado al castrismo. Y a pesar de esa lucha contra una buena parte del mundo, no nos hemos dejado vencer. No es cierto que no hemos logrado nada, hemos logrado mucho. Todo el sacrificio de una generación ha hecho que la que le sigue, o por lo menos una parte de la que le sigue tome la bandera y siga defendiendo la libertad, el respeto a los derechos humanos y la democracia.
El que diga que no hemos logrado nada está desconociendo que ha sido la resistencia de miles y el sacrificio de miles la que ha mantenido la antorcha de la libertad alumbrando el camino y el futuro.
El que diga que no hemos hecho nada debe reconsiderar su fatalismo. Debe entender que el miedo en Cuba y el pesimismo en el exilio son las mejores armas del enemigo castrista contra la lucha por la democracia. La dictadura quiere a un pueblo con miedo y a un exilio pesimista y vencido moralmente. Quiere el miedo allá y el fatalismo acá porque le temen al pueblo en la isla y al pueblo en el exilio.
Por eso compatriotas, y se los dice un hombre que tiene 95 años y que pasó dos décadas en prisión. No es el momento de aflojar, es el momento de sacar del alma y del corazón toda la fuerza y todo el optimismo que necesitamos para enterrar el castrismo. Cuando alguien les diga que no hemos hecho nada y que no se puede hacer nada respóndanle que eso es lo que quiere la dictadura que pensemos.
Que la dictadura quiere el miedo allá y el derrotismo acá. Porque sabe que el día en que en el exilio se tenga fe y se apoye a los que luchan, ese día el miedo en la isla se perderá más rápidamente. La dictadura sabe que en la medida en que el pueblo en la isla pierde el miedo en el exilio se debilita el negativismo, el fatalismo y la parálisis. No le podemos pedir al pueblo que se levante si los que vivimos en libertad no nos rebelamos contra nuestra falta de fe, contra nuestra pasividad.
Cubano, recordemos a un poeta romano que siglos atrás dijo una gran verdad:
“Quien pierde su fe no puede perder más”.
Por eso compatriotas, y se los dice un hombre que tiene 95 años y que pasó dos décadas en prisión. No es el momento de aflojar, es el momento de sacar del alma y del corazón toda la fuerza y todo el optimismo que necesitamos para enterrar el castrismo. Cuando alguien les diga que no hemos hecho nada y que no se puede hacer nada respóndanle que eso es lo que quiere la dictadura que pensemos.
Que la dictadura quiere el miedo allá y el derrotismo acá. Porque sabe que el día en que en el exilio se tenga fe y se apoye a los que luchan, ese día el miedo en la isla se perderá más rápidamente. La dictadura sabe que en la medida en que el pueblo en la isla pierde el miedo en el exilio se debilita el negativismo, el fatalismo y la parálisis. No le podemos pedir al pueblo que se levante si los que vivimos en libertad no nos rebelamos contra nuestra falta de fe, contra nuestra pasividad.
Cubano, recordemos a un poeta romano que siglos atrás dijo una gran verdad:
“Quien pierde su fe no puede perder más”.
Extracto del mensaje de Huber Matos en el programa radial Hacia la Nueva República transmitido por La Poderosa en Miami el sábado 18 de enero de 2014
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5 comments:
Digno de admiracion!
19 de enero de 2014, 14:30Marta
Es el mejor analisis de la situacion cubana, no hay isla ni exilio, sino exito de la dictadura por tener al pueblo con miedo y al exilio derrotista, esas son palabras serias y sabias
19 de enero de 2014, 22:26"No le podemos pedir al pueblo que se levante si los que vivimos en libertad no nos rebelamos contra nuestra falta de fe, contra nuestra pasividad."Uds no tienen el más mínimo derecho a exigirle al pueblo de Cuba que se levante.Mientras uds toman cerveza fría y comen bistec de ternera.Es más,se de tener fe en uds se trata,pueden dar por descontado que el pueblo cubano no se va a alevantar.
20 de enero de 2014, 9:02Si quieren pedir sacrificio,comiencen por sacrificarse uds mismos.
20 de enero de 2014, 9:03Chevy59, con un anonimo de automovil viejo no puedes opinar entre hombres.
20 de enero de 2014, 12:27Publicar un comentario