El asesinato de “el estudiante”
La muerte llegó al disidente Juan Wilfredo Soto García el ocho de mayo, Día de las madres en Cuba. Fue una advertencia de Raúl Castro a todas las madres cubanas. No era necesaria, ya que en el tristemente famoso Sexto Congreso el general sin batallas quiso intimidar al pueblo diciendo que las calles de Cuba les pertenecían. Por eso no habrá madre en paz ni hijos seguros en nuestro país hasta que Raúl Castro y sus camaradas octogenarios sean obligados a salir del poder.
Juan Wilfredo era un hombre enfermo de 46 años de edad que había comenzado su rebeldía contra la dictadura a los 16 años de edad. Por esta circunstancia se le conocía con el cariñoso apodo de “el estudiante”. Su amigo y compañero de lucha Guillermo Fariñas relata que: “Yo tengo 49 años, él tenía 46. Somos del mismo barrio. Recuerdo que, cuando yo todavía era militar, él siempre me decía que algún día me daría cuenta de que los comunistas eran unos fascistas. Nunca se me olvidará esa frase”.
Juan Wilfredo se encontraba el pasado jueves cinco de mayo en el parque Leoncio Vidal de su pueblo, Santa Clara. La policía le ordenó que se retirara, y se negó. Esposado le dieron una paliza. Tres días después murió. La dictadura niega responsabilidad. Es lógico, las tiranías mienten y maltratan porque viven del engaño y de la violencia.
El régimen no se había dado cuenta de que había un testigo excepcional, el valeroso pastor bautista Mario Lleonart Barroso. Amigo y guía espiritual de Juan Wilfredo, el pastor lo había encontrado unas horas después de la paliza, cuando el disidente se dirigía en una bici taxi al hospital. El Nuevo Herald cita al pastor en estos términos: “Se le veía en su rostro un dolor inmenso, y recuerdo que dijo ‘me mataron’”.
El pastor sin la menor idea de cuál sería el desenlace final puso un mensaje en su cuenta de Twitter (Maritovoz) informando del abuso: En los días siguientes subió dos mensajes más donde anunciaba la gravedad y luego la muerte de Juan Wilfredo. Los mensajes se conservan en los archivos públicos de esa empresa con la fecha automáticamente puesta por la programación de Twitter. La evidencia es irrefutable.
El régimen cree que el asesinato de este compatriota va a disminuir la determinación de la oposición democrática. Es otro error que suman a sus continuas equivocaciones. Por cada disidente asesinado hay miles de cubanos que se sienten más comprometidos con la lucha por la democracia y miles que se suman a ella. La tiranía parece haber olvidado el caso de Orlando Zapata Tamayo hace poco más de una año. Ese crimen convirtió a un casi desconocido disidente en un héroe del pueblo y de la libertad.
El rechazo internacional al crimen de Juan Wilfredo no se ha hecho esperar. El periódico ABC de España publicó un editorial contundente denunciando al régimen y criticando la complicidad del actual gobierno español. El Cardenal Jaime Ortega que había viajado en secreto a Bruselas el mismo día de la golpiza al disidente, parece haber regresado a Cuba con las manos vacías.
El Coordinador Regional del partido Cuba Independiente y Democrática (CID) en Santa Clara, Frank Reyes López, llevó a los familiares de Juan Wilfredo un mensaje del Comandante Huber Matos y la solidaridad de todos los miembros del partido en Cuba y de la organización en el exterior.
Patria, Pueblo y Libertad
Por el Ejecutivo Nacional:
Reynaldo Villafaña Villavicencio, Katia Sonia Martín Véliz, Ricardo Santiago Medina Salabarría, Nivaldo Amedo Ramírez, Abdel Rodríguez Arteaga, Daniel Mesa Cantillo , Rolando Pupo Carralero, Juan Carlos Peña Naranjo, Frank Reyes Lopez, José Ángel Simón Rodríguez
La Habana, 10 de mayo de 2011
3 comments:
Dolor infinito debe ser la única palabra de estas páginas, como dijera Martí en su Presidio Político.
12 de mayo de 2011, 0:06Muy acertado Roxana,saludos
12 de mayo de 2011, 10:52Se empieza a matar para ganar y luego se continua el habito, aun cuando no puedan ganar. Los castristas no pueden ganar, pero aun pueden matar. Mala cosa. juanchogonzal@gmail.com
18 de mayo de 2011, 10:28Publicar un comentario