sábado, 25 de septiembre de 2010

Las medidas agudizan los problemas


La decisión de despedir masivamente a centenares de miles de trabajadores, pretendiendo por esa vía hallar la solución a los críticos problemas económicos que tiene Cuba, es como pretender llegar a Santiago de Cuba, en un vehículo que se dirige hacia la Habana.


El problema no radica en la fuerza de trabajo con que cuenta el país, sino en las malas condiciones que tiene que afrontar un obrero para desempeñar sus tareas y la falta total de motivación, por el mísero salario que devenga y que no les permite cubrir sus necesidades más elementales, como son la alimentación, el vestido y la vivienda, además, del desamparo al que están sometidos al no contar con un sindicato que vele por sus intereses y derechos.

Si con los millones de trabajadores que hay en este momento la situación económica es alarmante, con dos tercios de ella, será realmente insostenible. Lo único que logrará la dictadura con estos despidos masivos es un incremento desproporcionado de la emigración, la delincuencia y la corrupción, cuya única víctima será como siempre el ciudadano de a pie.

La única solución viable es un cambio del sistema actual, que ha demostrado ser ineficiente y no funcional, por un sistema democrático, con libertad de mercado y la implementación puesta en vigor de leyes y políticas que sean capaces de incentivar la iniciativa ciudadana y motivar las fuerzas productivas del país.

Esta estrategia de otorgar patentes para la actividad cuentapropista no es nada nuevo, ya que fue empleada a fines de los años noventa, en que se autorizó a muchísimas de personas para que pusieran pequeños merenderos y la elaboración de pizas.

Además de los impuestos que debían abonar estos pequeños empresarios, lo que les quedaba en muchas ocasiones era insuficiente para cubrir las multas que les aplicaban, al no poder justificar la materia prima utilizada para la elaboración de los productos que, al no existir un lugar en el que pudieran adquirirlos al por mayor y a precios módicos, provenían de la bolsa negra.

Resultado final, después de que el estado se recuperó un poco y apareció el padrino de turno, Hugo Chávez con su petróleo, se les retiró la patente al 90% de estos negocios y en su lugar, el estado comenzó a elaborar estos productos, al mismo precio de los cuentapropistas, pero de pésima calidad.

En esta ocasión no creo que sea diferente, ya que el motivo es el mismo. El gobierno necesita dinero y tiene que conseguirlo a como dé lugar y la forma más fácil para ellos es haciendo lo mismo que han estado haciendo por 51 años, explotar y exprimir a su pueblo con el afán de permanecer en el poder. Nadie debe confundir estas medidas, que son parte de un plan maquiavélico muy cuidadosamente diseñado y que no representa una voluntad real de apertura o cambios positivos.

Tanto es así que desde hace varios días se está realizando un operativo a gran escala, que ellos denominan, “plan rastrillo”, contra todos los vendedores ambulantes o que realizan alguna actividad ´´ilícita´´ como los pequeños talleres de chapistería, carpintería etc. que representan la única forma honrada de subsistencia para muchas de familias en Cuba.

Roberto Marrero La Rosa
Presidente
Comité Ejecutivo Nacional
Partido Cuba Independiente y Democrática (CID)
Camagüey, Cuba

1 comments:

EDUARDO dijo...

Me han contado de un cubano que luego de limpiar la pequeña finquita que le alquilaron , se la cambiaron por otra un poco mas grande y luego de limpiar la grande también se la quitaron ,, me dicen que el hombre se tomo el liquido que utilizaba para quemar el marabu y murió . Esto de la ''apertura '' parece otra artimaña para engañar a los que están afuera y que manden plata para ayudar a familiares a emprender un negocio que luego de la inversión se lo quitan todo .

27 de septiembre de 2010, 15:15

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