Manicaragua, 9 de mayo de 2017
A: Dirección municipal del Trabajo y Seguridad Social
C/c: Asamblea municipal del poder popular.
De: María Caridad Bermúdez, asistenciada social.
Me dirijo a ustedes en vísperas de buscar solución ante tan bochornosa situación. Soy una asistenciada de 72 años y a pesar de mi edad tengo suficiente lucidez, conocimiento y razón en cuanto a lo que me refiero. Cuando me digo bochornosa situación me refiero a la comida que se nos está ofreciendo en los comedores para ancianos. Cuando comenzaron todo era gloria pero ya da vergüenza escuchar las mentiras que se dicen en reuniones de los delegados cuando exponen el tema de seguridad social y digo esto pues realmente lo que nos da es comida para perros. Somos ancianos y casi todos carecemos de capital financiero para poder alimentarnos correctamente, yo les pregunto ¿creen ustedes que con una croqueta, un plátano hervido y escasos granos de arroz pueda subsistir un ser humano?
Ustedes son los únicos culpables de la difícil situación económica de este país, ustedes son los que permiten el desvío de recursos, la malversación y todos los males de este pueblo, por la falta de control y porque ustedes se benefician de lo que roban y lucran los administradores, almaceneros y todos los que tienen que ver con la alimentación de nosotros los más viejos que por una causa u otra nos vemos obligados a tener que acudir a la asistencia social.
Argumentos tengo para expresarme de esta forma pues mientras que nos dan arroz, croqueta mal elaborada y algún potaje en la calle trabajadores de esas instituciones venden los productos que se destinan a nuestra alimentación, (pollo, picadillo de res, queso, tasajo, etc.) a precios que oscilan entre 20 y 30 pesos moneda nacional.
Ya nos hemos dirigido a la administración de estos establecimientos y la repuesta es negativa, sin embargo a la luz de todos está el alto nivel de vida de estas personas que lucran con nuestros alimentos.
Señores hasta cuanto más tendremos que soportar las mentiras de un puñado de ladrones y vive bien, el pueblo se está quitando las vendas y se está dando cuenta que somos un pueblo engañado.
Quizás me tome como contrarrevolucionaria pero soy todo lo contrario, siempre he creído en mi país pero ya es hora que se pongan a la luz todas las vicisitudes por las que transita este pueblo. Como yo son muchos los que pensamos igual pero no todos son capaces de enfrentarse a quienes representan el gobierno por miedo a lo que les pueda suceder, espero que actúen ante tal situación.
Atentamente y en espera de un pronto accionar
María Caridad Bermúdez, vecina de Juan Bruno zayas Sur número 538, Manicaragua.
Por la Defensoría del Pueblo, Delegación del CID Sinencio Wash, municipio Manicaragua, provincia Villa Clara
